Una campaña de Publicis, Italia convierte el icónico remolino de la marca en señales direccionales que llevan a los transeúntes a contenedores de reciclaje directamente debajo. Coca-Cola también fue ambientalmente estratégica en cuanto a la colocación de los letreros: sus ubicaciones se eligieron en función de donde los contenedores de reciclaje nuevos o ya existentes obtendrían la máxima visibilidad y uso.
Coca-Cola está tratando de hacer su parte para reducir su contribución a los desechos ambientales. Para el 2025, promete que el 100 % de su empaque es reciclable y para el 2030 planea tener sistemas para garantizar que cada botella o envase que se expida se devuelva.
La campaña se está ejecutando en Europa Central y del Este, y también está haciendo una parada en el festival de música búlgaro Happy Energy Tour, que tuvo más de 200,000 asistentes el año pasado. Los resultados de la campaña hasta ahora muestran que se ha recolectado el 85 % de los usos de latas, lo que, según la agencia, es un gran salto en comparación con el año pasado.
La campaña se está ejecutando en Europa Central y del Este, y también está haciendo una parada en el festival de música búlgaro Happy Energy Tour, que tuvo más de 200,000 asistentes el año pasado. Los resultados de la campaña hasta ahora muestran que se ha recolectado el 85 % de los usos de latas, lo que, según la agencia, es un gran salto en comparación con el año pasado.