El plástico da paso al papel moldeado en este envase de chocolate diseñado por OlssønBarbieri para inspirar un enfoque más consciente de los materiales. El envase forma parte de una identidad visual más amplia creada para la empresa de repostería local CF18 Chocolatier.
En un intento por eliminar el plástico que normalmente se encuentra dentro de los envases de chocolate, el diseño hace uso de bandejas de cartón reciclado e incrustaciones hechas de un tipo de papel moldeable llamado FibreForm. Gracias a sus fibras de celulosa, que son más largas que las del papel estándar, el material maleable se puede moldear utilizando una máquina especial de grabado profundo para crear las hendiduras circulares y cavernosas, que aseguran las piezas de chocolate hemisféricas en su lugar.
Según un análisis del ciclo de vida realizado por los Institutos de Investigación de Suecia, el proceso de creación del material emite hasta un 71% menos de carbono que una bandeja de plástico comparable.
"Dado que el plástico es una solución predeterminada para muchas industrias, sentimos que este proyecto era perfecto para experimentar con un material alternativo debido a la escala artesanal y la distribución de los chocolates CF 18", dijo el director gerente de OlssønBarbieri, Henrik Olssøn. "Creemos que este material y sus propiedades podrían rivalizar con el plástico también en una escala más grande y comercial, donde hay espacio para invertir en una herramienta de moldeo más avanzada".
Las cajas están alojadas dentro de una funda totalmente blanca también hecha de FibreForm, que debe abrirse para acceder a los dulces que contiene. A través de este tipo de ritual performativo, el diseño espera fomentar una relación más consciente y considerada con un objeto efímero como el empaque.
Según un análisis del ciclo de vida realizado por los Institutos de Investigación de Suecia, el proceso de creación del material emite hasta un 71% menos de carbono que una bandeja de plástico comparable.
"Dado que el plástico es una solución predeterminada para muchas industrias, sentimos que este proyecto era perfecto para experimentar con un material alternativo debido a la escala artesanal y la distribución de los chocolates CF 18", dijo el director gerente de OlssønBarbieri, Henrik Olssøn. "Creemos que este material y sus propiedades podrían rivalizar con el plástico también en una escala más grande y comercial, donde hay espacio para invertir en una herramienta de moldeo más avanzada".
Las cajas están alojadas dentro de una funda totalmente blanca también hecha de FibreForm, que debe abrirse para acceder a los dulces que contiene. A través de este tipo de ritual performativo, el diseño espera fomentar una relación más consciente y considerada con un objeto efímero como el empaque.