El gigante de hormigón se ha convertido en hogar de cientos de familias desfavorecidas que habitan la ciudad. Lo curioso del caso es que se ha creado una gran comunidad autosuficiente dentro del edificio con su propia micro economía. Entre sus plantas podemos encontrar, supermercados, iglesias y gimnasios entre otros negocios y servicios.
El fotógrafo Iwan Baan se ha dedicado a documentar las vidas de estas familias en el edificio y como se adaptan a las estructuras que habitan.